Nuestra clienta quería un jardín que fuera capaz de mantener ella misma pues el antiguo requería un gran esfuerzo para su mantenimiento.

Lo primero que hizo Azul Jardines fue retirar un viejo seto de tuya y las vallas que delimitaban la finca con sus tres vecinos. Se levantó un muro de ladrillo de hormigón en blanco para que resaltara el diseño de plantación propuesto.

Se optó por conservar todas las especies de interés que se encontraban en buen estado (Taxus baccata, tejo, Buxus sempervivens,  boj, Erica vagans, brezo…) y se combinaron con otras especies de bajo mantenimiento (suculentas, mediterráneas y aromática). Respetando lo máximo posible la idea original: el camino de losas superpuesto, se restauró y se fijó con cemento para que fuera estable; se cambió el césped natural por césped artificial; y se instaló una ducha nueva, de diseño moderno para refrescarse en el verano.

Las nuevas especies se dispusieron en rocalla bordeando todo el perímetro frontal y lateral del jardín.

Se instaló una arqueta con un sistema de riego sectorizado para distribuir el riego según las necesidades hídricas de las distintas especies.

En la actualidad Azul Jardines realiza las labores de mantenimiento del jardín más complejas que Pilar no puede llegar a realizar.