Para este trabajo, en Azul Jardines nos ajustamos a las necesidades y gustos de nuestra clienta, la cual tenía algunas plantas y elementos ya instaurados, como un seto de ciprés en el lateral así como distintas especies trepadoras en la fachada principal.

Se reutilizaron el máximo posible de plantas, especialmente aromáticas,  especies a las que Ángela le tiene un gran cariño y un ejemplar de  “Euphorbia candelabrum”, euforbia candelabro que se integraron en el nuevo diseño.

Para facilitar al máximo el mantenimiento se optó por la instalación de una malla antihierba cubierta por árido decorativo de piedra de río lavada.

Se integró un arriate para que Ángela pudiera ir poniendo plantas de temporada e ir trabajando en el jardín según su tiempo disponible y se instaló un programador para el riego de todo el jardín.

Ángela nos llama dos veces al año para el mantenimiento del seto y la zona de trepadoras de la entrada así como para un seguimiento del estado general del jardín.